El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha confirmado una sanción impuesta a una Vigilante de Seguridad que trabajaba en un centro comercial por negarse a desalarmar pedidos online. Esta decisión ha generado controversia y plantea interrogantes sobre las funciones y responsabilidades del personal de seguridad en los centros comerciales.
Según la empresa, la Vigilante de Seguridad se negó de forma injustificada a realizar la tarea de desalarmar los pedidos online, utilizando la misma herramienta que se utilizaba para detectar los saltos de alarma. La compañía consideró esta negativa como una infracción muy grave al régimen disciplinario laboral.
La Vigilante de Seguridad presentó un recurso ante el Juzgado de lo Social número 7 de Vigo, pero su demanda fue desestimada. Posteriormente, apeló ante la Sala de Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, sin obtener un fallo favorable.
La defensa de la vigilante de seguridad alegó que los jefes y directores de seguridad deberían impartir las instrucciones sobre un determinado servicio, y que los trabajadores que prestan servicio en centros comerciales deberían recibir una formación específica. Sin embargo, los Magistrados consideraron justificada la sanción, ya que la vigilante de seguridad había recibido la formación necesaria y su cargo implicaba realizar la tarea en cuestión, según el artículo 32 de la Ley 5/2014 de Seguridad Privada
A continuación, les presentamos una serie de comentarios y reflexiones sobre este caso:
1. La interpretación de las funciones de seguridad
En primer lugar, es necesario analizar si la desactivación de alarmas de productos en un centro comercial es una función propia del personal de seguridad. La Ley de Seguridad Privada establece que los vigilantes de seguridad se dedican exclusivamente a las funciones de seguridad propias y no pueden realizar tareas no directamente relacionadas con ellas.
La misión del vigilante de seguridad, según el artículo 32 de la Ley, es garantizar la seguridad de las personas y sus bienes, así como la tranquilidad y normalidad en el desarrollo de las actividades del lugar. Esto incluye realizar controles de identidad, objetos personales, paquetería, mercancías, entre otros.
2. Funciones propias y funciones compatibles
La Ley de Seguridad Privada contempla la posibilidad de que las empresas de seguridad y el personal de seguridad realicen actividades compatibles con las funciones propias de seguridad. Estas actividades, definidas en el artículo 6 de la ley, incluyen el control e información en los accesos, cuidado y custodia de llaves, apertura de puertas, recepción, comprobación de visitantes, orientación de los mismos, entre otras.
Estas funciones compatibles pueden ser realizadas por los vigilantes de seguridad de manera complementaria, siempre y cuando no constituyan el objeto principal del servicio. Sin embargo, es importante asegurar que estas tareas no distraigan al personal de seguridad de su función esencial de vigilancia y protección.
3. Responsabilidad de las empresas y usuarios
La Ley de Seguridad Privada establece que las empresas de seguridad son responsables de garantizar que el personal de seguridad esté adecuadamente capacitado y preparado para realizar sus funciones. Esto implica proporcionar la formación necesaria y establecer protocolos claros para el desempeño de las tareas de seguridad.
En el caso en cuestión, la empresa alegó que la vigilante de Seguridad había recibido la formación necesaria para desactivar las alarmas de los pedidos online. Sin embargo, es importante que las empresas de seguridad sean transparentes y claras en la comunicación de las responsabilidades y tareas específicas de sus empleados.
4. El papel de la capacitación y la comunicación
La formación y capacitación son aspectos fundamentales en el desempeño del personal de seguridad. Los empleados deben recibir una formación actualizada y adecuada a las funciones que desempeñan. En el caso específico de los centros comerciales, es importante que los vigilantes de seguridad estén preparados para lidiar con situaciones relacionadas con los pedidos online y las alarmas de productos.
Las empresas deben asegurarse de transmitir claramente las políticas y procedimientos de seguridad a su personal, y los usuarios deben estar informados sobre las normas y requisitos de seguridad establecidos por el centro comercial.
5. Arbitraje y mediación
En casos de conflictos laborales, como el descrito, puede ser beneficioso buscar vías de resolución alternativas, como el arbitraje o la mediación. Estas instancias permiten que ambas partes involucradas en el conflicto lleguen a un acuerdo de manera más amigable y evitan la prolongación de disputas legales.
Como conclusión, si bien es necesario que los vigilantes de seguridad cumplan con las funciones propias de su cargo, también es fundamental que las empresas proporcionen una formación adecuada y establezcan protocolos claros para evitar situaciones de conflicto. Asimismo, los usuarios deben comprender y cooperar con las normas de seguridad establecidas. La capacitación continua, la comunicación efectiva y el uso de mecanismos de resolución alternativa pueden contribuir a prevenir y resolver este tipo de conflictos laborales de manera más eficiente y justa.