Los servicios de seguridad privada se han vuelto indispensables en la protección de instalaciones y empresas. Una de las modalidades más efectivas es el servicio de vigilancia discontinua, también conocido como «servicio de ronda». En este artículo, exploraremos en detalle qué es este servicio, cómo se diferencia de otros servicios de seguridad y cuáles son sus beneficios para garantizar la seguridad de tu empresa.
¿Qué es el servicio de vigilancia discontinua?
El servicio de vigilancia discontinua consiste en visitas programadas llevadas a cabo por Vigilantes de Seguridad a diferentes lugares o establecimientos contratados. A diferencia de los servicios de acuda, en los que se verifica personalmente una señal de alarma, las rondas son intermitentes y programadas, respetando las condiciones acordadas en el contrato de servicio.
Diferencias entre el servicio de acuda y el servicio de rondas
Es importante no confundir el servicio de vigilancia discontinua con el servicio de acuda. Mientras que el servicio de acuda implica la verificación personal de señales de alarma conectadas a una Central Receptora de Alarmas, el servicio de rondas se enfoca en visitas intermitentes a diferentes instalaciones. Cada servicio tiene sus propias características y requisitos específicos.
Requisitos y condiciones para la prestación del servicio
La Ley de Seguridad Privada establece las condiciones generales para la prestación de servicios de seguridad privada, incluyendo el servicio de vigilancia discontinua o de rondas. Algunos de los requisitos y condiciones para la prestación de este servicio son los siguientes:
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Autorización expresa:
El cliente debe otorgar una autorización expresa para que el personal de seguridad realice las rondas en sus instalaciones. Esto incluye la entrega de las llaves necesarias para acceder a los lugares vigilados.
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Plan operativo:
Se debe elaborar un plan operativo detallado que establezca la frecuencia y los horarios de las rondas, así como los puntos específicos que deben ser visitados durante cada ronda.
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Formación y habilitación del personal:
El personal encargado de realizar las rondas debe contar con la formación y habilitación necesarias según la normativa vigente. Esto implica poseer la licencia de Vigilante de Seguridad y cumplir con los requisitos establecidos por la autoridad competente.
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Comunicación con la Central de Alarmas:
En caso de que las instalaciones estén conectadas a una Central de Alarmas, se debe establecer una comunicación fluida y efectiva entre el personal de seguridad y la central. Esto garantiza que cualquier incidencia o alarma sea reportada y gestionada de manera oportuna.
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Uso de medios de transporte adecuados:
El personal encargado de las rondas debe contar con los medios de transporte necesarios para desplazarse de manera eficiente y segura entre las diferentes ubicaciones. Esto puede incluir vehículos, motocicletas o incluso bicicletas, según las necesidades y características de cada caso.
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Registro de incidencias:
Durante las rondas, es importante que el personal de seguridad registre cualquier incidencia o anomalía que detecte, como puertas abiertas, luces encendidas o cualquier situación sospechosa. Estos registros son fundamentales para mantener un seguimiento de las actividades realizadas y poder tomar medidas correctivas si es necesario.
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Coordinación con otros servicios de seguridad:
En caso de que existan otros servicios de seguridad contratados, como sistemas de videovigilancia o alarmas, es importante establecer una coordinación efectiva entre el personal de rondas y estos servicios complementarios. Esto garantiza una protección integral y una respuesta rápida ante cualquier incidente.
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Revisión y actualización periódica:
El plan operativo y las condiciones del servicio de vigilancia discontinua deben ser revisados y actualizados periódicamente. Esto permite adaptarse a posibles cambios en las necesidades de seguridad de la empresa y garantizar la eficacia del servicio a largo plazo.
En conclusión, los servicios de vigilancia discontinua son una opción destacada en el ámbito de la seguridad privada. Su implementación adecuada, con visitas aleatorias y respetando las condiciones contractuales, puede brindar una protección eficiente y confiable para tu empresa. No dudes en considerar esta modalidad de servicio para garantizar la seguridad y tranquilidad en tu entorno laboral. De hecho, como proyección de futuro en relación con la contratación de servicios de seguridad privada, se detecta la tendencia en los usuarios de reforzar la seguridad electrónica de sus instalaciones, con conexión, o no, a CRA, y la contratación de servicios de vigilancia discontinua por la flexibilidad y adaptabilidad que permite, según las circunstancias del establecimiento, el tiempo y lugar.
