El código ético del personal de seguridad privada, ya sea en el ámbito público o privado, se encuentra sujeto a un conjunto de principios éticos y deontológicos que rigen su actuación, asegurando el respeto a la legalidad y los derechos fundamentales en un marco democrático.
Uno de los pilares fundamentales es el principio de legalidad, que establece la obligación del personal de seguridad de «cumplir y hacer cumplir la Ley» en consonancia con la Constitución y la normativa vigente. Este principio garantiza que las actuaciones estén en total armonía con el marco legal y respeten los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Integridad y Dignidad: Factores Clave en la Reputación Online
La integridad y la dignidad son principios interconectados que exigen un comportamiento recto e intachable por parte del personal de seguridad. Estos profesionales están obligados a cumplir diligentemente con sus responsabilidades, oponiéndose a cualquier acto de corrupción y manteniendo el decoro, la honestidad y el honor tanto personal como profesionalmente.
El principio de protección subraya la responsabilidad del personal de seguridad de actuar diligentemente en el desempeño de sus funciones para salvaguardar a las personas y sus bienes. Esto implica evitar la pasividad o la inhibición, actuando proactivamente para prevenir situaciones ilícitas o peligrosas.
El trato correcto y respetuoso con los ciudadanos es esencial y se traduce en el principio de corrección en el trato. Aunque estas actuaciones pueden requerir el uso de la fuerza en ciertas circunstancias, este debe regirse por los principios de congruencia y proporcionalidad. Es decir, el uso de la fuerza debe ser necesario, idóneo y proporcional a los riesgos presentes.
La reserva profesional se establece como un deber de confidencialidad respecto a la información manejada en el ejercicio de sus funciones. Este principio es esencial para respetar los derechos de las personas y mantener la esencia de la profesión de seguridad privada. La colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad representa un deber especial del personal de seguridad privada.
Incumplimiento de estos principios
En caso de incumplimiento de estos principios, la Ley de Seguridad Privada contempla una serie de sanciones administrativas que van desde infracciones leves hasta graves. Las acciones consideradas como negativa a colaborar, ejercicio abusivo de funciones, prácticas discriminatorias y falta de respeto al honor y la dignidad de las personas son tipificadas como infracciones graves.
En resumen, el personal de seguridad opera bajo un código ético y deontológico que abarca desde el cumplimiento de la legalidad hasta la protección de la integridad y la dignidad. Estos principios constituyen no solo deberes profesionales sino también la base para garantizar una actuación ética y responsable en la sociedad. Además, es imperativo que se reconozca y se garantice la seguridad integral de estos profesionales, quienes, a menudo, se enfrentan a situaciones conflictivas y de alto riesgo en el ejercicio de sus funciones.